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Era violinista profesional y Dios lo tomó para ser su instrumento con melodías del Espíritu Santo que transforman almas

Era violinista profesional y Dios lo tomó para ser su instrumento con melodías del Espíritu Santo que transforman almas

Andrej Matis, un joven eslovaco y violinista profesional, fue ordenado sacerdote el sábado 5 de septiembre de 2020.

Desde la más temprana infancia su habilidad natural y adhesión a la música eran un sello vital para el joven eslovaco Andrej Matis. Creía que toda su vida estaría volcada a la música, pero Dios le presentó una partitura irresistible… él sería el instrumento de Dios y la música resonaría desde su alma, para llevar a otros al camino de la salvación. 

En una entrevista con Rome Reports, Matis habla del origen de su vocación y el rol que la música ha tenido en su encuentro con Dios. “Cuando tenía quince años decidí tocar el violín profesionalmente y por eso fui a vivir a Bratislava, la capital de mi país. Y allí además de recibir las clases de violín conocí el Opus Dei, gracias a la residencia en la que vivía, y allí también aprendí que la música, aparte de ser mi vocación profesional, también puede ser un camino que me acerque a Dios y que acerque a Dios a mis amigos”. 

Tenía 21 años, cuando comenzó a vislumbrar que Dios lo quería como miembro de una obra particular… “Mi vida ha sido una aventura. Y como a veces pasa en los libros de aventura, no sabes qué va a pasar en la página siguiente… La partitura de mi vida, no sé cómo Dios la tiene preparada o cómo la tiene clara. Yo a veces quizás no la tenía tan clara o no sabía qué iba a pasar. Quizás hace diez o quince años nunca hubiera dicho que me ordenara sacerdote, pero aquí estoy y estoy muy contento”, confidencia. 

La música fue un camino para acercarse a Dios, pero dejar la música profesional para ingresar al seminario no era una decisión fácil. Matis recuerda que sus amigos le preguntaban: “¿Estás seguro de querer dejar la música? Has dedicado mucho tiempo de tu vida, has hecho mucho trabajo, y ahora lo dejas todo para dedicarte a otra cosa”.

Y los amigos tenían su parte de razón, pues la música ocupaba todos los tiempos y el alma misma de Andrej. “Muchas veces cuando íbamos a tomarnos una cerveza con mis amigos, en lugar de hablar del fútbol, de lo que hablábamos era de música clásica, a pesar de que no estábamos trabajando”, recuerda Andrej y añade: 

“Yo vivía en este mundo artístico –prosigue– y gracias al Opus Dei descubrí que este trabajo, el arte, no es solo un camino con que yo me puedo ganar la vida, sostenerme económicamente o tener éxito en el mundo, sino que es algo más, que es algo que yo puedo ofrecer a Dios. Así como Jesús, durante su vida escondida, trabajó como artesano y su trabajo lo ofrecía a Dios como toda su vida, y en ese sentido también formaba parte de esa obra redentora que culminó en la Cruz. Pues así yo también, en cierto sentido, me puedo identificar con Jesucristo y puedo ofrecer mi trabajo, en este caso de violinista, y mi trabajo puede llegar a ser un diálogo con Dios y en ese sentido también puede contribuir a que mis amigos se acerquen a Dios. Puedo ayudar en esta hora la obra redentora de Jesucristo, como dice San Pablo, porque yo con mi cuerpo cumplo lo que falta. No es que a la obra redentora de Cristo le falte algo, pero yo puedo ayudar, puedo hacer apostolado con mis amigos también a través de este trabajo ordinario, como me imagino que hizo Cristo durante su vida escondida. Esto era una idea que me llamó mucho la atención y gracias a esto yo me decidí a pedir la admisión al Opus Dei. 

Veo mucha continuidad entre lo que hacía antes siendo artista, y lo que haré ahora. Porque como he dicho, al final, el arte, la música, puede ser un camino que me acerca a Dios, que acerca Dios a mis amigos, y siendo sacerdote me gustaría hacer lo mismo”, concluye.

Andrej Matis

Andrej no tienen un único compositor preferido, pero tiene cariño por autores rusos de la primera mitad del siglo XX, como Shostakovitch, Prokofiev y Stravinsky. Ahora no dedicará tanto tiempo al violín, pero como sacerdote, con su vida tocará las cuerdas del alma de muchas personas. 

Fuente: Religionenlibertad.com, Opusdei.org